jueves, 20 de febrero de 2014

s1 Soñé que teníamos un hulk

Teníamos un hulk.
Era un hulk pero tenía forma y postura de hipopótamo. Pequeñito y morado. 
Casi se nos muere. Lo descuidamos y perdió una patita y se hizo más chiquito y perdió su color así que tuve que ponerlo a remojar y cantarle canciones de Cranberries
Por aquel tiempo yo vomitaba todas las noches de la preocupación por no poder recordar completas las letras. Pero gracias al esfuerzo y a la paciencia mutua, creció, se puso morado de nuevo y luego verde y finalmente se volvió un hombrecito. Ya no andaba a cuatro patas.
Terminó siendo casi mío. Paseábamos por las calles de noche. Se volvió muy atractivo, le crecieron los bíceps y la espalda. Y su color carne ya casi nunca estaba verde.
Me enamoré de él y quería que se casara conmigo.
Una noche íbamos caminando por una avenida de focos fiusha cuando tres tipos nos alcanzaron.
Él me defendió. Los mató a todos.
Era bueno que un Hulk  también me amara.

N.B.


No hay comentarios:

Publicar un comentario