viernes, 9 de diciembre de 2011

Sobre escenificar a los dramaturgos clásicos

"Hay una gran confusión entre los hacedores de teatro. Por supuesto que montar a Shakespeare o a Moliére o al mismísimo Esquilo aún tiene vigencia. Eso es claro porque la humanidad tiene y tendrá siempre los mismos problemas asociados a su naturaleza. Lo que no tiene vigencia son los montajes que preparan las compañías. Montar a Moliére igualito que hace siglos atrás, ahora, en esta época tan ecléctica, es realmente absurdo. Tal parece que ya no recuerdan sus clases de primer y segundo año o de toda su licenciatura: fondo y forma deben estar perfectamente asociados.Y lamento mucho decirles esto a tantos compañeros de profesión pero, en efecto, hay lugares donde el mensaje de ciertas obras si es obsoleto. Una obra de arte (de esas que si provienen de artistas) le dan al público un mensaje de reflexión, útil y relacionado a su contexto social. Perdónenme todos los fanáticos de Moliére y demás grandes dramaturgos pero si hay una guerrilla en la Sierra donde trabaja mi compañía y yo monto "las mujeres sabias" no sólo soy un idiota sino que soy un ente egocéntrico que hace lo que quiere y no le entrega a la gente nada que le de que pensar, no le está comunicando, les está escupiendo información, datos que son comparables con cualquier cantidad de babosadas que uno escucha en televisa o tv azteca todos los días: que si Capetillo, que si la "big" Vero, que si Bisogno hizo o dejó de hacer porque, finalmente fomentan una acumulaciónde datos que en menos de 15 minutos ya habré olvidado proque no están desarrollando ningún espíritu crítico en el espectador, sino que lo están envolviendo en una nube ficticia que, en vez de confrontarlo con su realidad, lo hace creer que lo que lo rodea no existe, que vive entre bombones y chocolates y, al salir de la sala, todo será mejor." Gustavo Alejandro Castillo

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