martes, 22 de febrero de 2011

A Soledad Ruíz

Soledad ha muerto.  Mi maestra. 
Leí ayer sobre los rosarios. 
Creo que fueron poquititos a su funeral, no sé si tenía familia.
Buscando, encontré una entrevista a ella en un blog sobre las enseñanzas de Don Juan y así.
Alguna vez me dijeron que afuera de su casa los fines de semana siempre había gente formada, porque ella era "sanadora". Una cosa rarísima.
¿Sabes que era lo más impactante de ella?
Su mirada. Cuando se posaba en ti era como un taladro. Como si fuesen hoyos negros sus ojos.  Pesaba y absorbía. Al principio, «Chole», me asustaba. La energía de sus ojos, la fuerza de sus ojos, la presencia de sus ojos. Pero cuando ella hablaba, su voz era era cálida. Una total contradicción. También fumaba mucho y tosía mucho y contaba mucho. Era generosa con sus vivencias. 
Sé que estudió dirección en Praga, después anduvo por Europa haciendo cosas y luego vino a establecerse a México.
Antes de su curso, tomé dirección con otro maestro. De él me cagaba su clase. Nada práctico. Sus explicaciones metafísicas sobre dirección de actores. Una soberana mamada pretenciosa, pensaba. Sólo fui un mes. Tuve que esperar un semestre para inscribirme con Soledad Ruíz. Ella decía que él no era director y que no sabía enseñar dirección. Yo concordaba. 
Aun así, yo no sabía nada de teatro -y ya estaba en segundo año-. Empecé muy tarde. A veces me pregunto cómo llegue allí. Ni siquiera me gustaba el teatro. La mayoría de lo que veía me asqueaba.  
Pero con Soledad empecé a ver. En su clase todo era práctico: todo era luz, actor, espacio, acción, sonido. Todo era natural.  Creo que esa debe ser la manera de acercarse a la dirección escénica, lúdicamente, sin pretensiones. El teatro puede ser muchas cosas: arma, discurso, entretenimiento, pero sobre todo y ante todo es acción. Y la dirección, -por lo menos para mí- es el placer de la acción creada  desde la butaca, sobre la escena.
Soledad creía que yo entendía el espacio. Yo lo creía, aunque lo dudaba. Pero esa fue la génesis: eso que ella veía en mí y el placer descubierto. Fue por eso elegí dirección.

2 comentarios:

  1. la conocie hace muchos años, cuando la insipiente existencia procuraba tragase toda, asi sin tomarle sabor, alla en la lejana cd. de hermosillo en sonora....en un encuentro teatral, lleno de magia y entusiasmo, persiguiendo la idea de perpetuarse...fue impactante la fuerza con que dirigia a todo aquel que se le acercaba, era soledad...tan llena de bondad candorosamente infantil, y llena de fuego en los ojos y en las palabras y en las intenciones...las fueron las noches, eternas parecian en que escuchaba con curiosa avidez, los relatos en donde aparecian carlos castaneda y el enigmatico don. juan....mis compañeros de aventura nocturna bajo el velo del 'aprender'....se reian tanto de mi..cutberto y sergio...alguna vez, la vida nos volvera a coincidir...en alquel entonces yo hacia teatro para niños con niños, cosa que a soledad impactaba y gustaba tanto, que desbordaba elogios a los pequeños cuando se divertian sobre el escenario, fue maravilloso...algunas veces la visite en su casa siempre lleno de asobro por aquello de la sanacion...tomabamos cafe y reiamos, hablabamos de libros, de lugares lejanos y llenos de magia, de los titeres, y de los otros....los vinculos eran o fueron, aquella sobrina suya, perdida en los tiempos del mundo oculto en mi memoria, solo para mi, de ese mi mundo, aquel que recuerdo y creo no era yo...y asi paso lo que llamamos tiempo y busque a soledad y la encontre sin encontrarla....soledad eras, eres tan verdadera, calida, fertil, total..eras..eres verdad.

    alfonso tahuilan

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  2. alfonso dijo...
    la conoci hace muchos años, cuando la insipiente existencia procuraba tragase toda, asi sin tomarle sabor, alla en la lejana cd. de hermosillo en sonora....en un encuentro teatral, lleno de magia y entusiasmo, persiguiendo la idea de perpetuarse...fue impactante la fuerza con que dirigia a todo aquel que se le acercaba, era soledad...tan llena de bondad candorosamente infantil, y llena de fuego en los ojos y en las palabras y en las intenciones...largas fueron las noches, eternas parecian en que escuchaba con curiosa avidez, los relatos en donde aparecian carlos castaneda y el enigmatico don. juan....mis compañeros de aventura nocturna bajo el velo del 'aprender'....se reian tanto de mi..cutberto y sergio...alguna vez, la vida nos volvera a coincidir...en alquel entonces yo hacia teatro para niños con niños, cosa que a soledad impactaba y gustaba tanto, que desbordaba elogios a los pequeños cuando se divertian sobre el escenario, fue maravilloso...algunas veces la visite en su casa siempre lleno de asobro por aquello de la sanacion...tomabamos cafe y reiamos, hablabamos de libros, de lugares lejanos y llenos de magia, de los titeres, y de los otros....los vinculos eran o fueron, aquella sobrina suya, perdida en los tiempos del mundo oculto en mi memoria, solo para mi, de ese mi mundo, aquel que recuerdo y creo no era yo...y asi paso lo que llamamos tiempo y busque a soledad y la encontre sin encontrarla....soledad eras, eres tan verdadera, calida, fertil, total..eras..eres verdad.

    alfonso tahuilan

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